Un vistazo a los nuevos Lakers de Mike Brown.

Temporada 2010/2011. Tras conducir a su equipo a conquistar un nuevo anillo, Kobe Bryant pasó un verano muy distinto a los otros. A la mamba negra siempre le ha gustado prepararse en sus vacaciones antes de que comience la temporada pero una de sus lesiones le costó una operación que le mantuvieron alejado del deporte en los meses de verano. Todo quedó en una simple anécdota, pero al comenzar el campeonato podía verse que no era el mismo. Estaba claro, Kobe ya estaba en su ocaso, y sin embargo mantenía su estilo.

Los Lakers empezaron a plantear algunas dudas aunque al final de temporada terminaron con un registro convincente, y Kobe acabando con una media de 25.3 puntos. Llegaron los Playoffs y tras eliminar en primera ronda a los Hornets de Chris Paul, el equipo angelino cayó eliminado de forma humillante contra los que serían futuros campeones, Dallas Mavericks, dándole no precisamente la más meritoria despedida a Phil Jackson.

Al terminar la temporada, llegó el “lock-out”. Kobe empezó a prepararse seriamente en el verano y en la pretemporada los Lakers dejaron muchas dudas al perder a Odom sin cambio alguno y quedando con un equipo de bajo nivel, exceptuando el trío Kobe-Pau-Bynum.
Comenzó la temporada 2011-2012 y ocurrió algo sorprendente. Después de estar acostumbrados a ver a una leyenda viviente, fiel a su estilo pero en decadencia, todos quedamos sorprendidos al ver el grandísimo nivel con el que llegó Kobe a ésta nueva temporada, llegando hasta filmar cuatro partidos consecutivos superando los 40 puntos. El equipo obtuvo una racha de marea en los partidos, dando malas sensaciones y posteriormente buenas, y así consecutivamente. Pau se encontró la incógnita del traspaso, siendo éste la moneda de cambio del equipo californiano. Kobe empezó a artarse de la situación. "Si van a hacer algo que lo hagan ya" decía el escolta angelino.
Kobe continuó sorprendiendo dando el nivel que está dando actualmente en la temporada, pero los Lakers no se levantaban del todo. Necesitaban un base joven que dirigiera el equipo, ya que contaban con el veterano Derek Fisher y el suplente Steve Blake.
El límite de traspasos se acercaba y Pau seguía siendo duda, pero al final llegó el momento. Derek Fisher, Luke Walton y Jason Kapono dejaron el equipo y los Lakers abrieron las puertas a un nuevo base del prototipo que buscaban ese es Ramon Sessions.

Así pues, teniendo en cuenta el nivel inesperado que está dando Kobe ésta temporada (29 puntos de media), las torres gemelas Pau Gasol y Andrew Bynum, el nuevo base Sessions y la aportación del resto del equipo, estos Lakers son un equipo sólido de Playoffs que pueden tenerse en cuenta a optar por el anillo, junto a los todopoderosos Heat, los Thunder, Los Angeles Clippers y otros pocos que pueden tener el privilegio de soñar con conseguir ganar el campeonato de la NBA.